La Habana – En medio de una de las peores crisis alimentarias de los últimos años, Vietnam vuelve a convertirse en salvavidas para Cuba, esta vez con la donación de 10 mil toneladas de arroz, que arribaron este sábado a la terminal del Mariel y serán distribuidas a través de la red de comercio interior, según confirmó la prensa estatal.

El cargamento llega en un momento especialmente delicado, cuando la escasez de alimentos básicos como el arroz se ha vuelto crónica, y las entregas racionadas del Estado presentan retrasos prolongados, en algunos casos de hasta meses.

La entrega fue encabezada por el viceministro de Finanzas vietnamita, Le Tan Can, quien se encuentra de visita oficial en la isla. Según sus declaraciones, el gesto forma parte de una política de “gratitud y solidaridad con el pueblo cubano”, y reafirma la intención de su país de seguir apoyando a Cuba en materia de seguridad alimentaria.

En el acto participó también la viceministra cubana de Comercio Interior, Aracelys Cardoso, quien agradeció el gesto y subrayó el carácter “especial” de los vínculos bilaterales. “Una vez más Vietnam nos tiende la mano en momentos difíciles”, dijo la funcionaria.

El envío forma parte de los acuerdos pactados durante la visita del actual presidente vietnamita, To Lam, a La Habana en septiembre de 2023. Además, se anunció un próximo envío adicional de 1500 toneladas de arroz para las próximas semanas.

Arroz: símbolo y sustento

Vietnam es el principal proveedor de arroz de Cuba, un alimento central en la dieta nacional. El Estado entrega varias libras mensuales a cada ciudadano a través de la libreta de abastecimiento, pero esas entregas son cada vez más irregulares, debido al colapso productivo del país y las dificultades logísticas.

En 2024, la cosecha nacional de arroz apenas llegó a las 80 mil toneladas, una cifra que representa solo el 11 % del consumo anual y una caída del 70 % respecto a hace apenas seis años. La producción está en mínimos históricos, a pesar de la aprobación en 2022 de una ley de seguridad alimentaria.

La consecuencia ha sido un alza brutal de precios en el mercado informal, donde una libra de arroz puede costar más de 250 pesos cubanos, cuando se consigue. El control de precios impuesto por el Gobierno no ha logrado frenar el alza ni garantizar la oferta.

Un experimento inédito desde 1959

En un movimiento sin precedentes desde el triunfo de la Revolución, una empresa vietnamita ha sido autorizada a cultivar arroz en tierras cubanas, con autonomía operativa. Se trata de 308 hectáreas en el municipio de Los Palacios, Pinar del Río, donde la firma extranjera sembrará arroz por tres años.

La compañía —cuyo nombre no fue revelado— contratará directamente a los trabajadores cubanos, y traerá sus propios especialistas, insumos, fertilizantes, plaguicidas y tecnología. Cuba aportará solo los servicios de maquinaria.

El objetivo es alcanzar las 1000 hectáreas sembradas en los primeros meses de 2025, y crecer posteriormente hasta unas 5000 ha, lo que podría marcar un giro estratégico en la política agrícola del país, hasta ahora reacia a este tipo de inversión extranjera directa en el agro.

Ayuda y dependencia

Con esta nueva donación, Vietnam refuerza su rol de aliado clave para la isla, no solo en lo político, sino en lo material. Sin embargo, la dependencia de donativos para garantizar un alimento básico como el arroz es también reflejo del deterioro profundo del modelo agroalimentario cubano, cuyas causas estructurales siguen sin resolverse.

El arroz llega. La crisis sigue.

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