Sancti Spíritus – Las estafas digitales ya no son terreno exclusivo de películas ni del extranjero. En Cuba también tienen rostro y dirección, como lo demuestra un reciente caso en el municipio de Taguasco, donde la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) logró recuperar 230 mil pesos cubanos (equivalentes a unos 1000 MLC) defraudados mediante suplantación de identidad en plataformas digitales.
El caso salió a la luz este jueves a través del portal Cubadebate, y revela una estafa que involucra a residentes de las provincias de Sancti Spíritus y Holguín. Según las autoridades, el pasado 30 de marzo un individuo suplantó el perfil digital de Yoel Rodríguez Ramírez, vecino de Taguasco, para ejecutar la estafa.
Tras la denuncia presentada por la víctima, se activó un grupo de trabajo conjunto entre la PNR y funcionarios del Banco Popular de Ahorro, quienes coordinaron las acciones que permitieron identificar a los presuntos responsables.
La investigación llevó a los agentes espirituanos hasta la provincia de Holguín, donde, con el apoyo de la PNR local, lograron ubicar y detener a los implicados. Según declaraciones del teniente Danyer Tamayo Legrat, quien dirigió las pesquisas, se trató de “un delito complicado, difícil de esclarecer”, aunque la cooperación entre provincias fue clave para resolverlo.
Durante los interrogatorios, una de las involucradas confesó su participación, lo que permitió la recuperación del dinero sustraído.
Los acusados se encuentran ahora bajo proceso penal, mientras las autoridades continúan las investigaciones para esclarecer si hay otros hechos relacionados.
Ciberestafas: un fenómeno en crecimiento
Este caso no es aislado. Desde hace meses, los fraudes en entornos digitales han comenzado a proliferar en Cuba, impulsados por el creciente acceso a internet y el uso de plataformas para operaciones económicas y personales.
Ya en marzo, el periódico Granma advertía sobre el aumento de los robos de identidad digital y el uso de técnicas como el phishing, forma de suplantación que suele derivar en estafas financieras. La Empresa Segurmática ha señalado que este tipo de amenazas —junto con el ransomware— son de las más comunes en la región.
A pesar de que las autoridades cubanas insisten en que no existe un auge real de estos delitos, sí han admitido que hoy tienen “mayor visibilidad”, especialmente gracias a la cobertura en redes sociales y medios digitales.
La realidad, sin embargo, apunta a un entorno digital cada vez más propenso a estafas, muchas veces cometidas desde perfiles falsos o clonados, y en el que los ciudadanos enfrentan nuevos riesgos para los que aún no siempre están preparados.
En medio de un país donde la tecnología avanza a pasos desiguales, la ciberseguridad sigue siendo una deuda pendiente, tanto a nivel institucional como ciudadano.