Sancti Spíritus, Cuba – En apenas un año, el número de residentes que depende de camiones cisterna para acceder al agua potable en Sancti Spíritus se ha duplicado. De los 40,000 registrados en mayo de 2024, la cifra ha escalado hasta los 81,838 en la actualidad, según confirmaron autoridades provinciales.
La creciente dependencia del abasto en pipas refleja la agudización de una crisis hídrica crónica, alimentada por la severa sequía, prolongados cortes de electricidad y una infraestructura hidráulica que no da abasto. De acuerdo con Roberto Nápoles Darias, director provincial de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, los apagones afectan a más de 51,000 personas, mientras que otras 24,120 se ven impactadas directamente por la falta de lluvias. Además, roturas en los sistemas de bombeo han dejado sin agua a otras 6,502.
La distribución mediante pipas se ha extendido a todos los municipios de la provincia, siendo Sancti Spíritus y Fomento los más golpeados. Comunidades como La Junta, en la cabecera provincial, y varias zonas rurales de Fomento encabezan la lista de las más vulnerables. En Trinidad, destaca San Juan de Letrán, única fuente de abasto afectada por la escasez.
Entregas irregulares y barrios sin red hidráulica
El programa de distribución entrega en promedio 50 litros diarios por persona, y el gobierno destina 2,750 litros de combustible al mes para esta operación. Según las autoridades, cada comunidad debería recibir el servicio al menos dos veces al mes, pero residentes denuncian que los ciclos son mucho más largos.
Existen además 27 barrios identificados como “permanentes”, donde unas 17,260 personas dependen de los camiones cisterna durante todo el año. Muchos de ellos llevan más de una década sin estar conectados al sistema de acueducto. Zonas como La Cueva de la Virgen, Acetileno, La Trinchera y Refugio aún esperan por la prometida infraestructura.
A estos núcleos se suman localidades con problemas eléctricos que impiden bombear el agua en los horarios establecidos, como El Patio, en Jatibonico, afectando a decenas de miles de espirituanos.
Los comentarios ciudadanos a las publicaciones en medios oficiales como Escambray evidencian el malestar popular. “Desde el 2 de enero, el agua no llega como debe a los cuartos pisos en La Sierpe”, denunció una vecina. Otro lector, identificado como Norbey, apuntó que ni siquiera los hoteles escapan de la crisis, dada la inexistencia de una red hidráulica adecuada.
De mal en peor: sequía, infraestructura colapsada y enfermedades
En mayo de 2024, la cifra de afectados era de 40,000 personas, ya entonces vinculada a la falta de precipitaciones y a los apagones que impedían el bombeo regular. Un mes antes, en abril, trascendió que además del desabastecimiento, el agua suministrada era de mala calidad. Las autoridades sanitarias reportaron un aumento de enfermedades diarreicas relacionadas con esta situación.
La presa Zaza, el mayor embalse del país, apenas almacenaba el 15 % de su capacidad para esa fecha, agravando el déficit hídrico no solo en Sancti Spíritus, sino también en otras provincias como Holguín y Ciego de Ávila.
En octubre de 2024, una rotura en una conductora de 900 milímetros dejó sin agua a municipios clave como Sancti Spíritus y Cabaiguán. El panorama no es nuevo: un año antes, 30,000 habitantes ya estaban sin acceso a agua potable, con apenas diez camiones cisterna disponibles para toda la provincia.
Incluso en 2019, cuando los embalses mostraban niveles aceptables, más de 20 fuentes de abasto estaban parcialmente agotadas por la sequía, obligando a abastecer mediante pipas a unas 24,500 personas en 20 localidades.
Preguntas frecuentes sobre la crisis del agua en Sancti Spíritus
¿Por qué ha aumentado tanto la cantidad de personas que reciben agua en pipas?
El incremento responde al agravamiento de una crisis multifactorial: sequía prolongada, cortes eléctricos frecuentes y ausencia de infraestructura hidráulica suficiente. En un año, el número de personas que dependen de pipas se ha duplicado.
¿Cuáles son las causas fundamentales del problema?
La combinación de fenómenos naturales como la sequía, con factores estructurales —como fallas técnicas, baja inversión en redes hidráulicas y cortes energéticos— ha dejado a decenas de miles de residentes sin acceso estable al agua.
¿Qué zonas son las más afectadas?
Sancti Spíritus, Fomento y algunas áreas de Trinidad, incluido San Juan de Letrán, figuran entre las más afectadas. Muchas comunidades rurales carecen completamente de conexión al sistema de acueducto.
¿Qué consecuencias ha tenido la escasez de agua en la salud pública?
La mala calidad del agua ha incrementado la incidencia de enfermedades diarreicas, según reportes del sistema sanitario en 2024.
¿Qué está haciendo el gobierno para enfrentar esta crisis?
Se ha ampliado la distribución en pipas y asignado combustible para su operación. No obstante, las medidas resultan insuficientes ante la magnitud del problema, y las entregas a menudo no cumplen con la frecuencia prometida.