CANBERRA, AUSTRALIA — Las federaciones de béisbol de Cuba y Australia firmaron este martes un acuerdo de cooperación bilateral que busca potenciar el desarrollo del deporte en ambas naciones, con especial énfasis en la preparación de cara a una eventual inclusión del béisbol en los Juegos Olímpicos de Brisbane 2032.
El convenio fue rubricado en la ciudad de Canberra, con la participación de la embajadora cubana en Australia, Tanieris Diéguez, en representación de la Federación Cubana de Béisbol y Sóftbol (FCBS), y Glen Williams, director ejecutivo de la Liga y Federación Australiana de Béisbol.
De acuerdo con el reporte de la agencia Prensa Latina, el acuerdo contempla una amplia gama de acciones conjuntas: desde la realización de topes bilaterales y entrenamientos compartidos, hasta la facilitación de participación en torneos organizados en ambos países, así como el diseño de estrategias para elevar el nivel competitivo de sus selecciones nacionales.
Ambas partes manifestaron su disposición a implementar eficazmente el acuerdo, destacando la importancia de este vínculo para fortalecer el béisbol en sus respectivos contextos deportivos.
Un paso más en el acercamiento
Este nuevo pacto se suma a una hoja de ruta iniciada en febrero de 2024, cuando la FCBS firmó un memorando de entendimiento con la Liga de Béisbol de Nueva Gales del Sur, con el objetivo de establecer las bases legales para futuros intercambios deportivos y contratos con jugadores cubanos en la liga profesional australiana.
Australia, considerada la principal potencia beisbolera de Oceanía, ha dado importantes pasos en la consolidación de su sistema competitivo. Varios de sus peloteros figuran en ligas internacionales, incluidos los distintos niveles de las Grandes Ligas (MLB), lo cual convierte al país en un socio estratégico de alto valor para Cuba en este momento de reconfiguración deportiva.
Contexto competitivo
En años recientes, los enfrentamientos entre ambas selecciones han ganado intensidad, como se evidenció en los cuartos de final del Clásico Mundial de Béisbol, donde Australia se erigió como un rival de respeto para los cubanos.
En tanto, el béisbol cubano atraviesa por una compleja etapa, marcada por la caída de sus resultados en eventos internacionales. En este contexto, las aspiraciones de volver al podio olímpico —tras la ausencia en Tokio 2020 y la incertidumbre sobre su presencia en Los Ángeles 2028— motivan la búsqueda de alianzas que fortalezcan la preparación y el fogueo de sus principales figuras.
Desde su inclusión como deporte olímpico en Barcelona 1992, Cuba ha sido una potencia histórica, conquistando el oro en esa edición, así como en Sídney 2000 y Atenas 2004, además de una plata en Pekín 2008. Sin embargo, no logró clasificarse para Tokio 2020, y el béisbol fue excluido del programa de Londres 2012 y Río 2016.
El acuerdo suscrito con Australia representa una nueva oportunidad para reposicionar al béisbol cubano en la élite mundial, mirando hacia un futuro olímpico donde Brisbane aparece en el horizonte como una meta compartida.