El régimen cubano vuelve a evitar condenar directamente a Moscú, su aliado estratégico, mientras la mayoría de la comunidad internacional respalda a Ucrania.

Cuba se abstuvo el pasado miércoles 16 de abril en una votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre una resolución que menciona las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania, así como los crímenes cometidos contra la población civil durante ese conflicto.

La resolución A/79/L/75, titulada “Cooperación entre las Naciones Unidas y el Consejo de Europa”, fue presentada por Luxemburgo y Lituania y aprobada por 105 países. El texto hace referencia al estado actual de Rusia —expulsada del Consejo de Europa en marzo de 2022— y menciona en dos ocasiones la agresión de Moscú: una en el preámbulo y otra en el cuerpo central del documento.

Solo nueve países votaron en contra de la resolución: Rusia, Estados Unidos, Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Malí, Nicaragua, Níger y Sudán. Cuba, por su parte, optó por la abstención, junto con otras 33 delegaciones. Otros 46 países no participaron en la votación.

A pesar de la condena reiterada de la comunidad internacional desde el inicio de la invasión en 2022, el régimen cubano ha mantenido una postura ambigua o claramente favorable a Moscú, votando en contra o absteniéndose en cada ocasión que se ha discutido el tema en la ONU.

La resolución adoptada también hace alusión a los esfuerzos para crear un tribunal especial que juzgue los crímenes cometidos por el Kremlin durante su ofensiva militar en Ucrania.

Durante el debate, el embajador adjunto de Estados Unidos ante la ONU, Jonathan Shrier, expresó su desacuerdo con el lenguaje utilizado en la resolución, señalando que “repite declaraciones sobre la guerra entre Rusia y Ucrania que Estados Unidos considera inútiles para avanzar en la causa de la paz”. No obstante, instó al Consejo de Europa y a los Estados miembros de la ONU a continuar apoyando iniciativas para alcanzar una “paz integral y duradera”.

La delegación rusa, como era de esperarse, rechazó la resolución, calificando su contenido como “inaceptablemente politizado”.

Llama la atención que esta sea la segunda ocasión en que Washington y Moscú coinciden en votar contra una resolución en la Asamblea General relacionada con la guerra. El pasado 24 de febrero, la ONU adoptó una resolución impulsada por Kiev que también condenaba la agresión rusa. En esa ocasión, Estados Unidos votó en contra y propuso una alternativa que calificaba el conflicto como una “guerra” sin tomar partido explícito, mientras Cuba, una vez más, se abstuvo.

La postura repetida del régimen cubano evidencia su alineación con Rusia, incluso a costa de contradecir el consenso internacional en defensa del derecho internacional y los derechos humanos.

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